TPP: Estado de situación y perspectivas a futuro

Los intereses geopolíticos y la competencia económica marcan hoy, más que nunca, el complejo escenario económico global donde la deferencia para con los mega acuerdos comerciales parecen ilustrar el devenir de una nueva era de competitividad económica internacional.

Contemplando la incertidumbre y dificultad que este nuevo modelo admite, es natural suponer que la transformación del sistema comercial internacional continuará vigente e ilustrada en propuestas como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés).

Es en este sentido que es necesario destacar el impacto que los intereses asumidos por un actor tan relevante como los Estados Unidos produjo sobre la futura viabilidad del acuerdo en cuestión.

La predilección por los tratados bilaterales de la nueva administración en la Casa Blanca supuso entonces, no sólo un freno al “giro asiático” iniciado por el saliente presidente Barack Obama, sino también una prueba de fuego para un proyecto que deberá buscar subsistir sin un país que suponía el 60% del PBI total de los 12 miembros originales.

Con la salida de los Estados Unidos, parece imposible no preguntarse por la postura que adoptará China, país que además de ser tanto el primer destinatario de las exportaciones como el principal importador del acuerdo, también comparte tratados de libre comercio con 7 de los 11 actuales miembros del TPP.

Lo cierto es que a partir de la reunión mantenida en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC por sus siglas en inglés), los países miembros del TPP, dando cuenta de que el acuerdo ha vuelta a ser puesto en agenda, aprobaron el pasado 22 de mayo en la capital vietnamita, la negociación de un pacto alternativo que presentará en el próximo mes de noviembre una nueva propuesta sobre el acuerdo referido.

¿Se optará por dar uso al artículo 20.6 que contempla la incorporación de nuevos Estados al acuerdo?, ¿Podrán los potenciales nuevos ingresantes modificar las condiciones del tratado?, ¿Se establecerá Canadá como puente entre el Pacífico y el Atlántico?, ¿Continuará Japón impulsando al TPP como un espacio alternativo a la Organización Mundial de Comercio?, ¿Será el TPP un paso previo en la proyección China para concretar un área de libre comercio Asía-Pacífico (FTAAP por sus siglas en inglés) o permanecerá afecto a la propuesta de Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés)?

Estos interrogantes, en adición a la natural deformación que las variables abordadas puedan sufrir como resultado de la proximidad temporal a los hechos, serán sin duda, los pilares a tener en cuenta al momento de abordar y analizar el futuro de un acuerdo que, a fin de consolidarse como un espacio de integración económico regional, deberá avanzar en la convergencia de los intereses fundantes y el pragmatismo comercial que en una primera instancia, dio origen al mismo.

Daniel Maffey

Lic. en Relaciones Internacionales

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